
brotar los afectos y cimentando una tradición de compromiso institucional; fluye y se solidifica una identidad colectiva de compañerismo...
En este ambiente, uno de los sindicatos de los trabajadores universitarios, el número 3
le brindó un cálido reconocimiento don Carlos Enrique Flores Salas, funcionario que cumplió en el mes de abril 45 años ligado a esta tradicional casa de estudios superiores penquista, que durante todo ese tiempo no sólo aportó a sus compromisos laborales sino irradiando simpatía, colaboración y bonhomía
Auxiliar del departamento de Microbiología recibió el reconocimiento del Sindicato mencionado que agrupa a funcionarios de la Universidad con motivo de tener una prolongada permanencia en la casa de estudios y por sus cualidades personales y como destacado deportista en Rayuela y Brisca. 45 años.
Con 67 años en el cuerpo, Carlos Flores y su cónyuge doña Lucy Rubio Yáñez hace ya 43 años, han fundado una familia unida y llena de amor: tres hijas, Elizabeth Magaly, Jéssica Verónica, ambas secretarias, y Carolina Inés, profesora de enseñanza básica. 6 nietos, 4 varones y dos damitas.
Cuando recién cumplía los 17 años empezó a trabajar en la Universidad. Recuerda con nitidez que fue el día fue el 1º de abril de 1961 y quedó adscrito de inmediato al Departamento de Microbiología, en esa fecha dependiente de la Facultad de Medicina. Era Decano el Dr. Rafael Darricarrere y Director del Departamento el Dr. Renato Herrera,
Cuando llegué, agrega, se jugaba fútbol interfacultades y yo jugaba por el equipo de la Escuela de Medicina, llamado Club Deportivo Rafael Darricarre. La verdad es que fuimos campeones varias veces, claro que debo declarar que yo siempre jugaba en la Segunda División porque, para qué vamos a decir una cosa por otra, era más malito. Ahora practico la Brisca y la Rayuela, la larga, y siempre me comprometo con las actividades que me sugiere la Dirección de Personal.